El Pasado en el Deporte


 
 
Equipo Creole 1952










Una reseña histórica de Punto Fijo, tiene necesariamente que incluir, entre sus componente fundamentales de esta ciudad, la revisión sobre la evolución deportiva local, entre ellas, el beisbol, que a lo largo del tiempo ha producido un sinnúmero de nombres que han engranado las páginas de la historia del beisbol nacional e internacional.
Para quienes han participado en este quehacer no es difícil realizar, tal revisión, como es mi caso particular dentro del contexto deportivo, ocurrido a lo largo de los últimos 47 años de vida Municipal; Sin embargo, para poder referirnos a los acontecimientos anteriores sobre la génesis del beisbol Puntofijense, entendiéndome hasta antes de 1950, me apoyare naturalmente en otras fuentes de información que antecedieron a esta crónica.

 

El beisbol, que a referencia de muchos escritos han asegurado que sus atributos se le deben a una necesidad familiar recreativa derivado del Cricket Ingles, algún día por allá en los Siglos; XIII o XIV. Y que según la sentencia contraria de la Corte de San Francisco en 1985, en el que el General Abner Doubleday, inventó el beisbol en cierta tarde de 1839, en un terreno desolado de Cooperstown Nueva York a dejado un vacio a referir con exactitud un creador. Apareció en Caracas de las manos de un grupo de jóvenes de la alta sociedad caraqueña  que en su gran mayoría estudiaban en los Estados Unidos y que se identificaban con el novedoso entretenimiento en 1895.   Crónicas  existentes revelan que en esta fecha  se jugó   por vez primera en un terreno próximo a la estación  del Ferrocarril que más tarde se le conoció  como el “Stand del Este”, en la cercanía de Quebrada Honda, que de acuerdo al testimonio de don Carlos Márquez  Mármol –Leo Ferdimando, Así tiene el origen el beisbol en Venezuela. El primer equipo en constituirse fue el Caracas Base Ball Club, dirigido por Mariano Becerra. 
Equipo del departamento de ingeneria Shell 1952

 Al comparar los  orígenes del beisbol en Venezuela  podemos cotejar, tal episodio con lo ocurrido en la  comunidad que inicialmente se llamó “Cerro Arriba”, más tarde con el nombre de Punto Fijo, que  tendría, algunas cuantas rancherías esparcidas en su blanca planicie inhóspita cubierta por verdolagas, cardones y tunas que adornaba el llamado “Caserío Mas Grande del Mundo”, allá por 1925, cuando lanzan los primeros Strickes y en consecuencia, se bateán las primeras pelotas. Tal vez  de hecho, se produce lo que podría entenderse por un juego de beisbol. Lo jugaron exclusivamente foráneos norteamericanos, que aparecieron en suelo Paraguanero en 1924 venido de los éxodos de la Gulf Oíl Company. En referencia a este acontecimiento, años más tarde se conocería otras versiones acerca de la continua evolución del  beisbol Puntofijense. Entre estos relatos encontramos uno del desaparecido dirigente del beisbol Cornelio Antonio González (Tom González), en ocasión en que fuese entrevistado por el cronista Orlando Brett Martínez, a referencia de un trabajo literario de investigación (Médano un Huella en el Tiempo, 2001),  -expresó – que su padre Rafael González Estaba, primer cronista deportivo de Falcón (Circulo de Cronistas Deportivos de Venezuela 1965), y cronista del entonces Distrito Carirubana y principal responsable del surgimiento y desarrollo de esta ciudad. “… Le gustaba estar en todo lo que se refería a deporte, y si era beisbol más aun. Tanto era su entusiasmo que los primeros campos para la práctica de este deporte en “Cerro Arriba” fuerón  acondicionado por él, por supuesto contando con el apoyo de otros jóvenes trabajadores de la Mene Grande Oíl Company, que de muy buena manera don Rafael Gonzales les enseñaba el juego. 
Pioneros de aquella gesta aseguran   que fue en la Huerta de Jacobito Rochild, llamada también la Huerta de Celinda o de los “Chuchubes” (actualmente calle comercio Estación de Servicio Valle), donde afirmó Rafael González se jugó  por primera vez el beisbol en Punto Fijo. Luego con la misma ayuda, levantó el Estadio de “Alta Vista” o “Mene Grande Abajo”, como ante le decía – al tomar crónica de Orlando Brett –al campo de los norteamericanos situado donde está ubicado hoy el Estadio de la Infantería de Marina. Poco a poco, fue transformándose la condición de entretenimiento social del juego en una actividad deportiva competitiva. Y consecuentemente en el año 1947, después de muchas gestiones realizadas, por Rafael González,  la compañía decide ubicar el beisbol. Surge así el “Viejo Estadio de la Mene Grande”, que en la década de los 50 se convirtió en templo de la Época Dorada del beisbol de Paraguaná. Fue en este campo de beisbol de acuerdo a la información suministrada por Rafael Delgado (chofer del puerto de  la Mene Grande), donde el personal de los barcos petroleros estadounidenses desembarcados en el muelle petrolero,  jugaron varios  intercambios amistosos de beisbol con los nuestros. Después que jugaban durante algunas hora, solían obsequiar las pelotas, y en cierta oportunidad los bates y guantes.


Entre los primeros equipos de Base Ball Club y sus notables jugadores en todos los tiempos  del beisbol organizados Puntofijense se encuentran y  rememoran al Sucre de caja de Agua, Cardenales de Carirubana, Cardón Shell, Juan Garcés,  Sastrería la Elegancia, de los hermanos Escobar. Los primeros contaban con los hermanos González (Columbo y Ñeño), Bruno Vargas (El Ratón Vargas),  Tello Velasco, Antonio Salazar, Argenis Díaz,  los lanzadores, Francisco Peña, y Rubén Flores. Entre estos equipo se suma el Deportivo Ford de Punto Fijo, propiedad del Doctor Víctor Manuel Fuguet considerado como el que más palpito y emoción le brindo a la fanática de la época. 
Capítulo aparte merece los beisbolistas que integraron grandes novenas en representación de nuestros colores deportivos local y regional: Antony (Tony) Pimentel, Virgilio Chirinos,  Salomón Sierra,  Enrique Chiquito, Juan Ramón Lugo, Juan Amaya, Pedro Antonio Perozo, Barrabeco,  Higinio Oviedo, Humberto Chiquito, Rafael García, Quintín Rodríguez, Teófilo “Popo” Montil y José Ramón Higuera, Basico García, Máximo Flores Velásquez, José ramón Quero, Eduardo “tata” Amaya, Jesús  Bianchi “Canillita”, Urbano Lugo,  (días después manager),  Gregorio Hurtado, Simón Chirinos, Jorge Hoyer, Nerio Bravo. Entre otros.
Especial mención sin aludir nombres encontramos en la historia a Eugenio “Ñeño” González en sus tiempo considerado el mejor short stop de Falcón y como pocos en Venezuela. Y de iguales meritos Marino Puente respetado como el jugador de beisbol falconiano más completo de todos los tiempos en la región según la crítica beisbolera. 

Miguel Ruiz 1972


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